La gestión empresarial es toda aquella acción que intenta mejorar la productividad de una empresa para asegurar su viabilidad económica a medio y largo plazo. Además, trata de organizar y direccionar los recursos del negocio hacia su máxima eficiencia y rentabilidad. Y agrupa el conjunto de técnicas y estrategias con las que tratamos de ahorrar todo desperdicio o error en las empresas.


¿Para qué sirve la gestión empresarial?

El éxito o fracaso de una empresa depende en gran medida de las decisiones estratégicas de los altos mandos. Hoy en día resulta clave ser lo más competitivo posible, y las empresas han de innovar y mejorar sus procesos constantemente. La gestión empresarial sirve para aumentar la competitividad y la productividad de una empresa a través de ciertas medidas. Estrategias que surgen del estudio de los factores que influyen en nuestro negocio, de identificar los problemas y ver las oportunidades de mejora en todo el proceso productivo.

La gestión empresarial es función de los líderes: gerentes, directores y, en ocasiones, consultores. Su función es alcanzar unos objetivos previamente definidos, para lo que hay que desarrollar un plan de actuación y definir tareas concretas para la mejora de los procesos.

Dibujando un esquema en una pizarra

La importancia de la planificación en la gestión empresarial

Así, la planificación es la primera misión de la gestión empresarial. Hay que establecer procesos y recursos concretos para alcanzar metas también concretas. Y una vez planificados es necesario organizarlos. Para ello hay que asignar, coordinar y supervisar cada acción planificada, además de establecer quiénes las van a realizar y en qué plazos. Y no sólo eso, hay que dirigir al personal hacia los objetivos marcados de una manera motivadora. La gestión empresarial se resume, básicamente, en tres pasos:

    1. Planificar actuaciones concretas de mejora.
    2. Organizar su ejecución: coordinar y motivar.
    3. Supervisar y analizar la consecución de los objetivos marcados.

Muchas empresas de gran facturación se ven arrastradas al fracaso precisamente por no llevar una buena gestión empresarial. Y es que de nada sirve facturar mucho si nuestra forma de trabajar hace que no obtengamos beneficios.

En definitiva, podemos definir la gestión empresarial como el conjunto de acciones llevadas a cabo para aumentar los índices de rentabilidad y productividad en una empresa.


¿Cómo puedo llevar la gestión de mi empresa de la mejor forma posible?

El rigor y la capacidad de comunicación de los responsables es indispensable. Informar debidamente a todo el equipo de trabajo ayuda a mantener un buen clima laboral y a hacer partícipes del esfuerzo a todos nuestros empleados. De esta manera hacemos que se sientan parte del proceso de mejora, y conseguimos que los éxitos de la empresa sean también los suyos.

La gestión empresarial ha de buscar la mejora en todas las áreas. No debemos dejar al azar ningún proceso. Hemos de pensar que cualquier parcela del negocio es susceptible de mejorar, incluidas las condiciones de trabajo de nuestros empleados. No olvidemos que cualquier mejora puede repercutir en la rentabilidad de nuestro negocio.


¿Existe una herramienta que me ayude a llevar la gestión de mi empresa?

En este aspecto, los programas de gestión empresarial marcan la diferencia. Un software sectorial especializado en las necesidades de nuestro sector resulta clave para el funcionamiento global de nuestra empresa. Y es que estos programas unifican y ponen en común todas las áreas del negocio para mejorar la gestión de los procesos.

Agrupando toda la información en una misma herramienta ahorramos mucho trabajo de transcripción de los mismos datos de unas a otras plataformas, y evitamos la multiplicación de los mismos documentos en distintos departamentos. El programa de gestión o ERP agrupa todos los recursos de la empresa y los gestiona de la manera más eficiente posible. Además, se trata de un sistema de gestión documental que nos ayuda a almacenar la información y a tenerla estructurada, de forma que seamos capaces de recuperarla de una forma ágil y rápida.

Con un buen programa de gestión controlamos prácticamente todas las actividades que se incluyen dentro del concepto de gestión empresarial. Desde el control presupuestario y la contabilidad hasta la gestión de los recursos humanos o los procesos comerciales. Llevando un buen control podremos determinar mejor los costes derivados de una acción de mejora concreta, y seremos capaces de prever mejor el reporte en beneficios de nuestras decisiones estratégicas.


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