¿Recuerdas el temido «efecto 2000«? Un día, el 1 de enero del año 2000, en el que todos los ordenadores a nivel mundial iban a fallar y, como consecuencia de ello, habría un auténtico cataclismo. Los sistemas informáticos de administraciones públicas, hospitales, centrales nucleares, aeropuertos y un sinfín de lugares alrededor de todo el mundo podían colapsar.

Quizá también recuerdes que finalmente no pasó nada.

Pero, ¿realmente no pasó nada?

Se informó de que los aviones no funcionarían, los cajeros no darían dinero y, en definitiva, habría un bloqueo de las máquinas a nivel mundial. Y muchos mezclaron el inminente fallo informático con los recurrentes mensajes de cambio de década sobre la llegada del fin del mundo. Es verdad, pues, que hubo más caos informativo que tecnológico. Pero en realidad el efecto 2000 sí supuso una amenaza bastante seria a nivel informático, y tanto empresas como administraciones públicas hubieron de hacer inversiones millonarias para actualizar su software. Pero…

¿Qué ocurrió exactamente con el efecto 2000? ¿Por qué iban a fallar los sistemas informáticos?

En los años sesenta, la capacidad de almacenamiento de los sistemas informáticos era realmente limitada. Por ello, los programadores optimizaban al máximo el espacio disponible. Consecuencia de la búsqueda de reducir el espacio de almacenamiento, guardaban el año de las fechas con un formato de dos dígitos: en lugar de escribir 1997 ponían 97, y así se ahorraban dos dígitos. Era un truco efectivo.

El problema iba a llegar el día 1 del año 2000, ya que al pasar de la fecha 31/12/99 a la 01/01/00, los ordenadores creerían estar en el año 1900 y no en el 2000, generando infinidad de fallos. La solución fue actualizar millones de sistemas informáticos en todo el mundo. El gasto de estas actualizaciones a nivel global fue inconmensurable, pero llegado el día clave, la solución funcionó y no hubo cataclismo.

En definitiva, aunque la paranoia había crecido alimentada en gran parte por los medios de comunicación, el efecto 2000 fue una amenaza real. Sin embargo y afortunadamente, las consecuencias sólo fueron anecdóticas gracias a las acciones preventivas que se llevaron a cabo.

¿Es lo mismo el efecto 2000 que el efecto 2038? ¿Tienen algo que ver?

Pero volvamos a la actualidad. Se dice, se cuenta, se rumorea que el 19 de enero de 2038 podría ocurrir un error muy similar al del 2000. Este fallo en los sistemas se produciría también por la forma en la que se almacenan las fechas en los sistemas informáticos. Concretamente, muchos sistemas entenderían estar en el año 1901. La explicación, en este caso, es un poco más complicada.

Los dispositivos electrónicos con sistema de 32 bits almacenan la información de la fecha en un reloj que simplemente va contando segundos.

Funcionan con 32 dígitos binarios, unos y ceros, en un total de 4.294.967.296 combinaciones posibles, la mitad negativas y la mitad positivas. En estos sistemas el tiempo se representa contando los segundos desde el 1 de enero de 1970, una fecha que en su día se tomó como referencia. Un ordenador de 32 bits sólo puede contar hasta el 19 de enero de 2038 (y a una hora concreta), ya que esa fecha (hora, minuto y segundo exactos) es la que suma el total de esas combinaciones posibles. Sólo un segundo después, el sistema creerá estar en diciembre de 1901 (esto es, justo 2.147.483.648 segundos antes de la fecha de referencia del 1 de enero de 1970).

Como curiosidad, en unas pocas ocasiones ya se ha visto este «efecto 2038» en otros contextos. Por ejemplo, el contador de Youtube llegó con el famoso videoclip del Gangnam Style en 2014 hasta las 2.147.483.647 reproducciones, y después no fue capaz de contar más. Algo que la compañía solucionó rápidamente actualizando su sistema y pasando a los 64 bits.

En resumen, la capacidad máxima de los sistemas informáticos de 32 bits teóricamente generará un fallo a nivel mundial como ya pasó con el efecto 2000.

¿Debemos estar preocupados por el efecto 2038?

Definitivamente no, no debes preocuparte por el efecto 2038. La situación que se dio con la llegada del 2000 no es comparable con la que se dará dentro de un tiempo. Sí que habrá que adaptar los sistemas, pero será un proceso mucho menos agresivo y con toda probabilidad se dará «naturalmente» antes de que llegue la fecha señalada.

Para empezar, los dispositivos de hoy en día se actualizan con mucha más frecuencia, con lo que de aquí a 2038 hay tiempo de sobra para adaptar los sistemas. Además, para 2038 no quedarán muchos sistemas que todavía funcionen con software de 32 bits.

¿Pasará lo mismo en unos años con los sistemas de 64 bits?

Sí, pero los valores de 32 a 64 bits no se duplican, sino que la capacidad de almacenamiento se multiplica de forma exponencial. La cuenta asciende nada menos que hasta los 9.223.372.036.854.775.808 valores, una auténtica barbaridad. Por ello, y resumiendo, el nuevo colapso del sistema de 64 bits no ocurrirá hasta pasados unos cuantos milenios.